España se beneficia del impulso brasileño a la inversión en renovar equipos y ampliar su capacidad industrial
Jose Luis B. Benayas
Madrid
Una moneda, el real, en buena forma; un crecimiento moderado pero constante; una imagen, por lo general, positiva de España; y una apuesta decidida de Gobierno y empresas por invertir en la renovación de equipos y en la ampliación de la capacidad productiva, especialmente en el ámbito industrial y a través de nuevas infraestructuras... Todos esos detalles conforman una oportunidad de oro para la exportación española de bienes de equipo.
En realidad, parte del camino ya está hecho. Desde hace unos años, España exporta a Brasil sobre todo bienes de equipo y semifacturas y, cada vez en menor medida, bienes del sector automóvil. Esta tendencia ya era descrita en el año 2009 por un estudio -coordinado por el profesor de Icade Alfredo Arahuetes- sobre el entorno económico y las oportunidades de inversión en Brasil. Partiendo de las premisas anteriormente citadas, el estudio hacía hincapié en que las mejores perspectivas exportadoras eran para material de transporte (partes y componentes para aviación), maquinaría específica para los diferentres tipos de industria, equipos para telecomunicaciones y equipos informáticos.
Sin embargo, la capacidad de aumentar la cuota exportadora es mucho mayor. Primero, porque España cuenta con empresas de primera línea en el ámbito de los bienes de equipo -muchas de ellas agrupadas bajo el paraguas de la Asociación Nacional de Fabricantes de Bienes de Equipo (Sercobe), con una facturación conjunta de casi 40.000 millones de euros anuales-. Segundo, porque esas mismas empresas llevan años orientando su negocio a la exportación. Según los datos del Ministerio de Economía, el de los bienes de equipo es el sector más exportador, con más de 43.000 millones sólo en el año 2013. Y tercero, por el mayor interés de Brasil por importar productos en este área.
Ese mayor interés lo ha demostrado recientemente la Cámara de Comercio Exterior (Camex) de Brasil, al aprobar la reducción del impuesto que grava la importación de cerca de 300 tipos de bienes de equipo y artículos del sector de informática y telecomunicaciones que no son producidos en el país.
Según datos de la Oficina Económica y Comercial de España en Sao Paulo, el impuesto se sitúa en el 2% hasta el próximo 31 de diciembre del año 2013, cuando el tipo original estaba fijado entre el 14% y el 16%. La industria brasileña desembolsará a medio plazo algo más de 500 millones de euros en la importación de dichos productos, cantidad que será utilizada en diferentes proyectos que suponen una inversión conjunta de más de 1.700 millones de euros.