viernes, 30 de marzo de 2012

YPF descubre crudo en Mendoza...y Cristina Fernández quiere comprar el 33% de la compañía

YPF ha realizado un importante descubrimiento de crudo en la provincia argentina de Mendoza, en la Formación Vaca Muerta, según ha informado la compañía controlada por la petrolera española Repsol y ha publicado Europa Press. En concreto, el hallazgo aportaría en conjunto más de 750 barriles de petróleo por día.
El descubrimiento llega en un momento de especial tensión entre algunos estados argentinos y la compañía YPF, filial de la española Repsol. Los gobernadores de varios estados, así como de forma velada, la propia presidenta argentina, Cristina Fernández, acusan a Repsol y a YPF de no realizar las inversiones comprometidas y de no extraer todo el crudo que les permitirían los yacimientos que están expropiando.
De hecho, parece que el Gobierno argentino se estaría planteando comprar el 33% de las acciones de YPF. Según el periódico "El Cronista", de esta manera el Gobierno argentino dispondría de cuatro consejeros y se haría con el poder para ejercer la "acción de oro", lo que le permitiría tener un asiento más en el órgano rector de la compañía y tener mucha más influencia en la toma de decisiones de la filial de Repsol. Aún así, Repsol mantendría, al menos, el 50% de su filial. En estos momentos, Repsol ostenta el 57% de YPF.
Siempre según "El Cronista",  el Estado argentino adquiriría así esta participación por unos 18.718 millones de pesos (unos 3.222 millones de euros), poco más de un tercio de los 56.440 millones de pesos (unos 9.714 millones de euros) del valor en Bolsa de ayer de la petrolera.
Las acciones de YPF en la Bolsa argentina han repuntado ostensiblemente.

viernes, 16 de marzo de 2012

Tribuna de Opinión

En América Latina el sol que más calienta sale por Oriente
Carlos Malamud
Investigador Principal Área de América Latina del Real Instituto ElCano


Brasil ya es la sexta economía del mundo. Su proyección exterior la confirma la organización del campeonato mundial de fútbol (2014) y los juegos olímpicos (2016). Por eso, ha dejado de ser el país del futuro para ser el país del presente. Si sumamos otras naciones de América Latina, como Argentina, Chile, Colombia, Paraguay, Perú, República Dominicana o Uruguay, con espectaculares tasas de crecimiento; o México, cuyo economía creció más que la brasileña en 2011 y lo volverá a hacer en 2012, el resultado es espectacular.
El optimismo reinante en toda la región ha llevado a hablar de "la década de América Latina". Según las estimaciones iniciales del Banco Mundial en 2012, América Latina seguirá creciendo a buen ritmo. Este año se espera un incremento del 3,6%, casi medio punto menos que en 2011. Todos los países crecerán más del 2% y podrán seguir creando empleo y luchando contra la pobreza, como en el pasado reciente. Sus tasas de crecimiento superan la media mundial, aunque son inferiores a los países asiáticos emergentes. En 2013 se verá una nueva aceleración, del 4,2%. Pero, la incertidumbre internacional recomienda prudencia en el medio plazo. En 2012 no se repetirán el crecimiento de 2010 (7,5% en Brasil, 9,2 en Argentina, o 15,3 en Paraguay), aunque no parece probable que ningún país entre en recesión.
El crecimiento reciente fue acompañado por políticas fiscales rigurosas, orden en los sistemas financieros, control de la inflación, incremento de las reservas de divisas, reducción del endeudamiento y puesta en marcha de políticas anticíclicas. El panorama se completa con un imparable proceso de creación de clases medias, impulsoras del aumento del consumo y del mercado interno. Pero la buena salud económica no evita los riesgos. La desaceleración de la economía mundial, especialmente China, puede afectar el precio de las materias primas. América del Sur es la región más vulnerable del mundo emergente, al basar buena parte de su crecimiento en la exportación de commodities.
Generalizar sobre América Latina es difícil y se necesita desagregar por países, mucho más con la creciente fragmentación política regional. Un déficit notable, sobre el cual llaman la atención algunos organismos financieros multilaterales (CAF, BID, etc.) son las infraestructuras. Su rezago tiene importantes costes económicos y sus efectos resaltan el peso de las fronteras como divisorio.
Las diferencias nacionales las conocen los inversores españoles. El riesgo cambia según los casos y la decisión de invertir depende de la oportunidad y rentabilidad y de la coyuntura económica, política y social y  la seguridad jurídica, como muestra el destino de la inversión española y su evolución. Argentina es un caso paradigmático. Tras la crisis de 2001 y las políticas posteriores perdió su atractivo. Mientras, Brasil y México se consolidaban como destinos preferentes de la IED, otros países, Chile, Colombia o Perú, ganaban peso. Las cifras también hablan de una realidad más compleja y de dos zonas diferentes: América del Sur y sus países productores de materias primas (que encontraron en los mercados asiáticos la clave de su continuado crecimiento) y México, América Central y el Caribe, más ligados a EEUU y a la producción de manufacturas.  
Tanto si se mira a América Latina desde Europa, y más desde España, como si se atiende la evolución de las últimas décadas, la región está en una situación envidiable. A esto se suma la pervivencia de sistemas democráticos que han eliminado las turbulencias del pasado. De ahí, la tendencia a mirar al otro lado del Atlántico en busca de oportunidades. Oportunidades para invertir, para las PYME, en la búsqueda de nuevos mercados para una producción que no encuentra salida en el mercado interior. Todo eso está ahí, pero para lanzarse a la aventura de los mercados americanos hay que conocer el terreno y ser prudentes. Hay diferencias culturales y de comunicación importantes. Parafraseando a Bernard Shaw, podríamos decir que el español es la lengua común que nos separa, pero que pese a ello tiene un potencial económico que no se termina de aprovechar totalmente.
"Latinoamérica debe añadir valor a sus procesos productivos"
Entrevista con Heraldo Muñoz, director regional para América Latina y Caribe del PNUD


N.Ribas / Madrid
Es uno de los pesos pesados de la política, el desarrollo y la cooperación mundial. El chileno Heraldo Muñoz (Santiago, 1948) ha pasado por numerosas responsabilidades políticas tanto dentro de su país como en el extranjero, primero como embajador y más tarde en Naciones Unidas. En 2010, reemplazó a Rebeca Grynspan como subsecretario general del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) y director regional para América Latina y Caribe.
En esta entrevista en exclusiva para Dossier Empresarial, Muñoz desgrana lo que a su entender marcará la diferencia en Latinoamérica: que las distintas economías sepan aprovechar su buen momento y las sinergias comerciales con las empresas europeas para incorporar know how a su sistema productivo y, así, ganar en valor añadido.

¿Cómo se vive desde Latinoamérica la crisis que azota a Europa y a los EE.UU? Hay una especie de cambio de papeles en los últimos cuatro años...
Se ve con mucha preocupación, de manera particular desde el descalabro de Grecia, pero yo diría que hay una especial inquietud respecto a España e Italia, y en general hacia la Eurozona. Es verdad que los roles se han intercambiado. América Latina se ha recuperado de la crisis y las tasas de crecimiento el año pasado fueron muy robustas en países como Argentina, Perú y Chile.

Se han hecho los deberes...
Sí, hay un cierto optimismo en la región, por este crecimiento, por el boom de las commodities, y porque los países han puesto su casa en orden: han manejado bien la economía y algunos han aplicado medidas contracíclicas que les han permitido expandir el gasto fiscal en un momento de estrechez. Pero no vivimos en un mundo aislado. Y por ejemplo las noticias que están llegando de China, sobre una disminución considerable de la tasa de crecimiento, puede afectar de una manera significativa.

Realmente, ¿las empresas latinoamericanas están ya más pendientes de China que de Europa?
Realmente, para los países de América del Sur es mucho más preocupante la situación que pueda vivir China. El boom de las materias primas ha beneficiado enormemente a la economía de sus países. De manera que si baja el crecimiento en China, uno de los principales importadores, es un signo de alarma. Sin embargo, yo creo que ahora los países latinoamericanos han actuado de manera mucho más cautelosa, preventiva, que en el pasado.
Y, por otro lado, los países latinoamericanos y sus empresas no están esperando a la recuperación de Europa, están buscando las oportunidades donde se encuentran. Así, las empresas brasileñas, peruanas, chilenas… están invirtiendo en otros países de América Latina, en EE.UU., en Asia... Y eso es un signo positivo.

Este crecimiento sostenido, ¿en qué modificará la estructura económica y social de Latinoamérica?
Existen dos preocupaciones al respecto. No está claro si América Latina va a aprovechar este crecimiento económico para una rearticulación productiva, en el sentido de agregar más valor a sus exportaciones de modo de cambiar la dependencia tan marcada de las materias primas. Aunque en la exportación de commodities hay agregación de tecnología. No es que ésta sea como los años '60. Ahora, por ejemplo, la industria frutícola chilena tiene una cadena de implementación de tecnología desde la exportación en frío, el embalaje medioambientalmente responsable… Pero de todas maneras, no está claro si se va a aprovechar esta oportunidad.

Imagino que las inversiones europeas en general y españolas en particular podrían ayudar a esta agregación de tecnología que usted reclama...
Efectivamente. Lo interesante es de qué manera se pueden aprovechar las sinergias que crean estas inversiones, de manera que los países latinoamericanos puedan aprovechar los recursos humanos y el know how de las empresas europeas que invierten en América Latina. A mi juicio deberían haber políticas claras de los gobiernos para maximizar los usos del conocimiento en el proceso productivo. Y eso requiere tiempo, requiere esfuerzo, requiere inversión. Y hasta ahora, en Latinoamérica la inversión en tecnología es bajísima. Hay muy pocas universidades latinoamericanas que estén entre las cien mejores del mundo. Hace falta inversión, una mejor conexión entre universidad y empresa. En casi todos los países latinoamericanos la inversión en ciencia y tecnología es muy baja.

¿Es un sector a explorar por parte de las empresas españolas?
Por supuesto. Es un campo a explorar totalmente.

Y quizás es una actividad más asequible para las pymes españolas y europeas que quieran invertir en América Latina...
Este es un muy buen tema, de hecho la próxima Cumbre Iberoamericana va a tener un componente importante respecto a pymes. Cómo la experiencia de las pymes en Europa puede ser interesante para América Latina y viceversa. Y ahí hay un intercambio interesante porque las pymes son las que absorben más mano de obra. Hay que darle campo al emprendimiento y qué mejor que el estímulo a las pymes.

¿Y la segunda preocupación respecto a Latinoamérica?
La enorme desigualdad existente, que todavía es un lastre. Es la región más desigual del mundo medida por el coeficiente Gini. Y debe atacarse a través de, por ejemplo, una reforma tributaria que maximice el pago, evite la evasión y permita gastar mejor. Y






ENTREVISTA CON HERALDO MUÑOZ

"Latinoamérica debe añadir valor a sus procesos productivos"
Entrevista con Heraldo Muñoz, director regional para América Latina y Caribe del PNUD

N.R. / Madrid
Es uno de los pesos pesados de la política, el desarrollo y la cooperación mundial. El chileno Heraldo Muñoz (Santiago, 1948) ha pasado por numerosas responsabilidades políticas tanto dentro de su país como en el extranjero, primero como embajador y más tarde en Naciones Unidas. En 2010, reemplazó a Rebeca Grynspan como subsecretario general del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) y director regional para América Latina y Caribe.
En esta entrevista en exclusiva para Dossier Empresarial, Muñoz desgrana lo que a su entender marcará la diferencia en Latinoamérica: que las distintas economías sepan aprovechar su buen momento y las sinergias comerciales con las empresas europeas para incorporar know how a su sistema productivo y, así, ganar en valor añadido.

¿Cómo se vive desde Latinoamérica la crisis que azota a Europa y a los EE.UU? Hay una especie de cambio de papeles en los últimos cuatro años...
Se ve con mucha preocupación, de manera particular desde el descalabro de Grecia, pero yo diría que hay una especial inquietud respecto a España e Italia, y en general hacia la Eurozona. Es verdad que los roles se han intercambiado. América Latina se ha recuperado de la crisis y las tasas de crecimiento el año pasado fueron muy robustas en países como Argentina, Perú y Chile.

Se han hecho los deberes...
Sí, hay un cierto optimismo en la región, por este crecimiento, por el boom de las commodities, y porque los países han puesto su casa en orden: han manejado bien la economía y algunos han aplicado medidas contracíclicas que les han permitido expandir el gasto fiscal en un momento de estrechez. Pero no vivimos en un mundo aislado. Y por ejemplo las noticias que están llegando de China, sobre una disminución considerable de la tasa de crecimiento, puede afectar de una manera significativa.

Realmente, ¿las empresas latinoamericanas están ya más pendientes de China que de Europa?
Realmente, para los países de América del Sur es mucho más preo-cupante la situación que pueda vivir China. El boom de las materias primas ha beneficiado enormemente a la economía de sus países. De manera que si baja el crecimiento en China, uno de los principales importadores, es un signo de alarma. Sin embargo, yo creo que ahora los países latinoamericanos han actuado de manera mucho más cautelosa, preventiva, que en el pasado.
Y, por otro lado, los países latinoamericanos y sus empresas no están esperando a la recuperación de Europa, están buscando las oportunidades donde se encuentran. Así, las empresas brasileñas, peruanas, chilenas… están invirtiendo en otros países de América Latina, en EE.UU., en Asia... Y eso es un signo positivo.

Este crecimiento sostenido, ¿en qué modificará la estructura económica y social de latinoamérica?
Existen dos preocupaciones al respecto. No está claro si América Latina va a aprovechar este crecimiento económico para una rearticulación productiva, en el sentido de agregar más valor a sus exportaciones de modo de cambiar la dependencia tan marcada de las materias primas. Aunque en la exportación de commodities hay agregación de tecnología. No es que ésta sea como los años '60. Ahora, por ejemplo, la industria frutícola chilena tiene una cadena de implementación de tecnología desde la exportación en frío, el embalaje medioambientalmente responsable… Pero de todas maneras, no está claro si se va a aprovechar esta oportunidad.



*Lee el resto de la entrevista en las páginas de Dossier Empresarial

Nace Dossier Eurolatam

Bienvenidos al nuevo blog de DOSSIER EMPRESARIAL dedicado a la información y el anáilisis de las relaciones comerciales entre la UE y Latinoamérica. Esta será la ventana digital de la nueva sección mensual que DOSSIER EMPRESARIAL ha empezado a publicar este viernes 16 de marzo. A partir de hoy, el tercer viernes de cada mes encontrarás entrevistas, análisis, opinión y agenda en las páginas de DOSSIER.

Este blog nace con la ilusión de crear una comunidad al entorno de nuestra nueva sección. Está a punto para que todos los apasionados de las relaciones económicas y empresariales entre Latinoamérica y la Unión Europea, pero sobretodo entre América Latina y España, comenten, critiquen, contrainformen y opinen a partir de la información que cada mes podrás encontrar en el quiosco, en nuestra web y en twiter.

Empezamos.