viernes, 16 de marzo de 2012

"Latinoamérica debe añadir valor a sus procesos productivos"
Entrevista con Heraldo Muñoz, director regional para América Latina y Caribe del PNUD


N.Ribas / Madrid
Es uno de los pesos pesados de la política, el desarrollo y la cooperación mundial. El chileno Heraldo Muñoz (Santiago, 1948) ha pasado por numerosas responsabilidades políticas tanto dentro de su país como en el extranjero, primero como embajador y más tarde en Naciones Unidas. En 2010, reemplazó a Rebeca Grynspan como subsecretario general del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) y director regional para América Latina y Caribe.
En esta entrevista en exclusiva para Dossier Empresarial, Muñoz desgrana lo que a su entender marcará la diferencia en Latinoamérica: que las distintas economías sepan aprovechar su buen momento y las sinergias comerciales con las empresas europeas para incorporar know how a su sistema productivo y, así, ganar en valor añadido.

¿Cómo se vive desde Latinoamérica la crisis que azota a Europa y a los EE.UU? Hay una especie de cambio de papeles en los últimos cuatro años...
Se ve con mucha preocupación, de manera particular desde el descalabro de Grecia, pero yo diría que hay una especial inquietud respecto a España e Italia, y en general hacia la Eurozona. Es verdad que los roles se han intercambiado. América Latina se ha recuperado de la crisis y las tasas de crecimiento el año pasado fueron muy robustas en países como Argentina, Perú y Chile.

Se han hecho los deberes...
Sí, hay un cierto optimismo en la región, por este crecimiento, por el boom de las commodities, y porque los países han puesto su casa en orden: han manejado bien la economía y algunos han aplicado medidas contracíclicas que les han permitido expandir el gasto fiscal en un momento de estrechez. Pero no vivimos en un mundo aislado. Y por ejemplo las noticias que están llegando de China, sobre una disminución considerable de la tasa de crecimiento, puede afectar de una manera significativa.

Realmente, ¿las empresas latinoamericanas están ya más pendientes de China que de Europa?
Realmente, para los países de América del Sur es mucho más preocupante la situación que pueda vivir China. El boom de las materias primas ha beneficiado enormemente a la economía de sus países. De manera que si baja el crecimiento en China, uno de los principales importadores, es un signo de alarma. Sin embargo, yo creo que ahora los países latinoamericanos han actuado de manera mucho más cautelosa, preventiva, que en el pasado.
Y, por otro lado, los países latinoamericanos y sus empresas no están esperando a la recuperación de Europa, están buscando las oportunidades donde se encuentran. Así, las empresas brasileñas, peruanas, chilenas… están invirtiendo en otros países de América Latina, en EE.UU., en Asia... Y eso es un signo positivo.

Este crecimiento sostenido, ¿en qué modificará la estructura económica y social de Latinoamérica?
Existen dos preocupaciones al respecto. No está claro si América Latina va a aprovechar este crecimiento económico para una rearticulación productiva, en el sentido de agregar más valor a sus exportaciones de modo de cambiar la dependencia tan marcada de las materias primas. Aunque en la exportación de commodities hay agregación de tecnología. No es que ésta sea como los años '60. Ahora, por ejemplo, la industria frutícola chilena tiene una cadena de implementación de tecnología desde la exportación en frío, el embalaje medioambientalmente responsable… Pero de todas maneras, no está claro si se va a aprovechar esta oportunidad.

Imagino que las inversiones europeas en general y españolas en particular podrían ayudar a esta agregación de tecnología que usted reclama...
Efectivamente. Lo interesante es de qué manera se pueden aprovechar las sinergias que crean estas inversiones, de manera que los países latinoamericanos puedan aprovechar los recursos humanos y el know how de las empresas europeas que invierten en América Latina. A mi juicio deberían haber políticas claras de los gobiernos para maximizar los usos del conocimiento en el proceso productivo. Y eso requiere tiempo, requiere esfuerzo, requiere inversión. Y hasta ahora, en Latinoamérica la inversión en tecnología es bajísima. Hay muy pocas universidades latinoamericanas que estén entre las cien mejores del mundo. Hace falta inversión, una mejor conexión entre universidad y empresa. En casi todos los países latinoamericanos la inversión en ciencia y tecnología es muy baja.

¿Es un sector a explorar por parte de las empresas españolas?
Por supuesto. Es un campo a explorar totalmente.

Y quizás es una actividad más asequible para las pymes españolas y europeas que quieran invertir en América Latina...
Este es un muy buen tema, de hecho la próxima Cumbre Iberoamericana va a tener un componente importante respecto a pymes. Cómo la experiencia de las pymes en Europa puede ser interesante para América Latina y viceversa. Y ahí hay un intercambio interesante porque las pymes son las que absorben más mano de obra. Hay que darle campo al emprendimiento y qué mejor que el estímulo a las pymes.

¿Y la segunda preocupación respecto a Latinoamérica?
La enorme desigualdad existente, que todavía es un lastre. Es la región más desigual del mundo medida por el coeficiente Gini. Y debe atacarse a través de, por ejemplo, una reforma tributaria que maximice el pago, evite la evasión y permita gastar mejor. Y






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